25 jun 2013

LA MUERTE MÁS INJUSTA PARA UNA OBRA DE ARTE

Walter Minor

Ya le habían sido quitadas las figuras laterales… Ya la piqueta había carcomido la base de la columna central. El resto fue obra de un tractor. 

Pero el Monumento al trabajo no se entregó así nomás. Tres veces debió tirar el tractor para cumplir su cometido. Y finalmente venció la máquina….

El monumento ya se inclina. Unos segundos más tarde solo será escombros desparramados contra el suelo y la paloma que en el se albergó hasta el último instante sobrevoló los restos y luego fue en busca de otro refugio.

El progreso siempre gana¨.

Así relataba el diario TRIBUNA, a principios de 1964, la agonía del símbolo que identificó a nuestra ciudad durane 26 años. Al derrumbar aquella obra de arte, se estaba cometiendo el mayor crímen contra el patrimonio cultural de la ciudad en toda su historia.

Las figuras de los laterales fueron arrancadas y arrojadas en el estadio de Ferro Carril Sud (todavía las recuerdo semidestruídas). Las escalinatas demolidas por piquetas y el cóndor o ágila que anidaba en su punta, estrellado contra el suelo después de ser tironeado por un tractor que la arrancó con pedestal y todo…..

El Monumento al Trabajo es sencillamente imposible de restaurar con sus figuras originales, porque solo se salvó el yunque que hoy descansa en la biblioteca 1º de Mayo. Las nuevas generaciones confunden aquella histórica pieza con la que hoy se encuentra en la rotonda de la avenida Circunvalación. 

Pero no…. Ese es el monumento ¨A la voluntad del Hombre¨, que con el paso del tiempo, fue conocido vulgarmente como Monumento al Trabajo..

Este último lo hizo construir Alfredo Fortabat a espaldas de la escuela Técnica que lleva su nombre. Estaba rodeado por una lagunita artificial y fue dispuesto por el donante con su frente mirando a la empresa Loma Negra, significando que quienes de allí egresaban, pasarían luego a ser empleados de aquella fábrica.

Durante el gobierno de Elios Eseverri, dicho monumento fue cambiado de sitio (nunca se  supo la causa) y hoy se encuentra bastante deteriorado en su nuevo emplazamiento (grandes agujeros en los pilares).

Pero vamos a meternos de lleno en la historia detallada del Monumento al Trabajo original, escrita para todos nosotros por el amigo Claudio Filardo, quién además de ofrecer detalles sobre su creación, nos regala como complemento, la biografía del autor de la obra, Don Leopoldo Bocazzi, .


EL MONUMENTO Y SU HISTORIA
Por Claudio Filardo 
Clafi64@hotmail.com

monumentosdeolavarria.blogspot.com.ar
El 12 de Octubre de 1938 con la intención de reafirmar a Olavarria, como una localidad laboriosa,  se inauguraba mediante un significativo y brillante acto, el imponente y artístico Monumento al Trabajo, obra encargada por la Intendencia Municipal al destacado escultor Leopoldo Boccazzi .

El sitio elegido para su emplazamiento fue el sector que, por esa época, era la entrada o cabecera de ciudad, formado por la Avenida. Pellegrini (hoy Pringles, cuyo camino macadamizado llegaba desde Sierra Chica, Hinojo, Azul, etc.) y la  intersección con la actual calle República del Líbano. 

Aquella exuberante obra artística realizada en concreto,  nacía contorneada por una hermosa escalinata, cuya belleza  era una invitación a recorrerla con el tacto para percibir la suavidad de sus formas.

Sobre esa base se elevaba un rectángulo apoyado sobre su base mas fina, cuyos laterales estaban decorados por tres figuras masculinas a cada lado, representando las distintas labores que se realizaban en la ciudad. En  la cara Sur se repetían estas imágenes, que unidas en tamaño más pequeño, terminaban junto a un escudo. 

El remate se levantaba sobre una especie de tótem que concluía con un águila en su cima, debajo de la cuál se podía leer la siguiente inscripción sobre una placa en relieve: OLAVARRIA CIUDAD DE TRABAJO.  



INAUGURACIÓN

El  día de la inauguración, el tramo de la avenida que abarcaba desde Uriburu (hoy Colón) hasta el monumento, había sido adornada con gran cantidad de banderas Argentinas que ponían una nota de magnifico colorido. También se había instalado una red de altoparlantes, frente a los cuales se estacionó buen número de público. 

Tras la entonación del Himno Nacional ejecutado por la banda que dirigía el maestro Ernesto Mogávero, el Intendente Municipal, Dr. Amadeo Grimaldi, pronunció un discurso alusivo al acto. Posteriormente fue servido un almuerzo en el Prado Español, en el cual habló el Concejal José Fittipaldi.

En un tramo de su alocución, en el acto inaugural, el Intendente Municipal Dr. Amadeo Grimaldi lo definió como “símbolo del pueblo que finca su grandeza en el trabajo para advertencia del viajero y honor a sus pobladores”.

Durante varios años fue el emblema de la ciudad y con seguridad, la obra más destacada que poseía la comunidad Olavarriense .

LEOPOLDO BOCAZZI

Leopoldo Boccazzi, creador de dicho monumento, nació en Toscana, Italia en 1861. Había cursado los estudios en la escuela de Artes de Brera , una institución académica pública situada en el centro de la ciudad de Milán – Italia. Su vocación artística la volcó hacia la escultura, rama en la que se destacó con cualidades excepcionales.

 Una vez radicado en nuestro país a muy temprana edad, dio muestras de su capacidad creadora. El monumento a Cristóbal Colón en el partido de Quilmes, Bernal, modelado por Leopoldo Boccazzi en los años 80 del siglo XIX, que increíblemente todavía se encuentra en pie, está señalado como el primero de Buenos Aires y es anterior a todos los del país, incluido al que mira hacia el Río de la Plata desde los fondos de la Casa de Gobierno porteña.

   En la faz docente, Boccazzi actúo como Director de la Escuela Municipal de dibujo y modelado fundada el 10 de Septiembre de 1934. 

A nuestra ciudad, el italiano trajo, además de los toques talentosos de sus manos, la particular simpatía que emanaba de su espíritu generoso, modesto, desinteresado y noble.

De la humilde casa que poseía en la calle Vicente López, salieron obras que hoy engalanan nuestros paseos y son una clara evidencia auténtica de su arte personal. 

Para mencionar algunas de sus obras más reconocidas, diremos que es autor de  “El Cristo Yacente”, creado en octubre de 1937 y que fuera donado por la señora Flavia M.C. de Ferreccio al Cementerio Municipal. 


 


Monumento a Colón en Bernal. El más antiguo del país.
El busto del coronel Álvaro Barros, que se encuentra en el 1er.piso de la Municipalidad, en el Palacio San Martín y otro idéntico en el hall de entrada de la Escuela Nº 17, que antiguamente formaba parte del primer monumento al fundador en la plaza que lleva su nombre.

En el club Estudiantes se halla el busto de Domingo F. Sarmiento, y parte de su vasto repertorio pueden apreciarse en varias esculturas del paseo que los ¨Bataraces¨ofrecen en su amplio parque.

También el bajorrelieve de la portada principal en la capilla del Hospital Municipal “Dr. Héctor Cura” le pertenece a su capacidad creadora.

Don Leopoldo Bocazzi falleció en la Capital Federal, el 23 de Junio de 1945.


EL FINAL DE UN EMBLEMA

A principios de 1962, el Municipio era dirigido por el Dr. Carlos Víctor Portarrieu.
Este había planificado una modernización de la ciudad y en nombre de esa modernidad, arrasó con todo elemento que dividiera en dos las avenidas, para convertirlas en arterias anchas y de tránsito más fluido.

No se salvaron pérgolas, paseos, descansos, plantas, bancos, estatuas y….tampoco el monumento identificatorio de la ciudad, que para febrero de 1964, ya había pasado a ser solo un recuerdo y su lugar, cubierto por un flamante y liso asfalto.

El hermoso y “molesto” Monumento al Trabajo, de Leopoldo Boccazzi, fue derribado para no entorpecer la trayectoria de los pilotos ansiosos de velocidad. Nunca se explicó por qué no se desmanteló con cuidado y fue reubicado.

La distinguida educadora olavarriense, Carmen Grimaldi, decía que “destruir una obra de arte, es como destruir la vida de un niño, lo más bello que hay en la vida”. Ella también recordaba que la idea primitiva que terminó con la destrucción del Monumento al Trabajo, aspiraba a la compra de los lotes esquineros para construir una rotonda. Pero como el gobierno municipal nunca se puso en contacto con la autoridad vial respectiva para armonizar los planes y ejecutar el proyecto, todo terminó en la desaparición de la obra.

Los monumentos encierran, casi invariablemente, una traducción de la gratitud popular, uno de los sentimientos más nobles del hombre. Aquel monumento tenía un valor definitorio y otro estéticamente indiscutido. Su destrucción es hoy un hecho irreversible, pero la reconstrucción debería ser una reparación histórica y además, la prolongación de la idea primaria que tan bien definió la realidad de una frase que nos acompaña hasta hoy: “Olavarría, Ciudad de Trabajo”.

El recuerdo en la imagen. Lo único que sobrevive.


Varias colectividades tienen en la ciudad el merecido monumento que los identifica. Nosotros lo destruímos y nos quedamos sin ese símbolo que nos daba pertenencia. Por eso siento que los Olavarrienses todavía nos debemos a nosotros mismos la restitución de aquella fascinante creación de Leopoldo Boccazzi que fue el “Monumento al Trabajo”.

REFLEXION FINAL

Es realmente muy interesante la investigación realizada por Claudio, a quien le agradezco esta colaboración que nos ayuda a conocer un poco más sobre nuestra historia…

Ya Pasaron 48 años desde aquel atropello al buen gusto. Esa vez no se pensó siquiera en desmantelar tan exquisita artesanía con el cuidado que requería y poder trasladarla a otro sitio en el futuro.

Hoy sólo nos queda el consuelo de mirar su imagen retratada en fotos o postales añejas, las que nos permiten preguntarnos...

¿Podremos alguna vez recuperar en una copia de aquella figura, lo que fue la cara de la ciudad?

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