3 sept 2013

MONUMENTO A LA MADRE

El 5 de Septiembre de 2013, en la 22 Muestra Libros en Olavarria, se presentó el libro del escultor JOSE HERRERO SANCHEZ - Vida y Obra del escultor Español - Olavarriense de corazón - del autor CLAUDIO FILARDO.

Se va a contar la historia del Monumento a la Madre de Olavarría, entre las obras que el escultor realizo.







¿Cómo surge la idea de levantar el Monumento a la Madre en Olavarría?
El 23 de noviembre de 1951, el diario “El Popular”, publicaba una nota, haciendo referencia a la inauguración del Monumento a la Madre en la ciudad de Campana, obra del escultor Luis Perlotti.
En la misma se hacía referencia a la emoción y a la vez el descontento, de que la cuidad de Olavarría pueda tener uno similar y levantar en alguna de las calles, el monumento más excelso, el menos resistido, el absolutamente aceptado: el que honre a la madre.
La iniciativa de la ciudad de Campana pertenecía al Sindicato de Petroleros, contando con la cooperación de las autoridades municipales y de diversas entidades. He aquí la forma de dignificarse que el hombre debe imitar, porque lo identifica con su ser consustancial, lo espiritualiza y lo aleja de los odios que la vida ha puesto en su camino. Honrar a la madre en esa forma externa, pública, gravitante en las acciones colectivas y tiene el indudable beneficio de unificar los propósitos, propender al olvido de agravios, canalizar la buena fe.Un monumento a la madre debiera haber en cada pueblo.
Tal vez con esa nota, alguien hizo un planteamiento para la ciudad de Olavarría, y es por eso que unos meses más tarde, cuando se formaría una agrupación, le iban a dar vida a la idea.
MONUMENTO A LA MADRE

Inauguración
El sábado 18 de octubre de 1955 se inauguraba el Monumento a la Madre en la plaza Cnel. Olavarría, ante un marco de público que la desbordo. Un acto cuyas características superaron todas las previsiones, porque en él se volcó la mayor parte de la población sin distinción de clases sociales o de credos, hermanados todos en el santo amor y en el anhelo al ser supremo de la existencia humana: la madre.
La plaza ese día fue insuficiente para dar cabida a la asistencia, que sumando millares y llevando flores en su gran mayoría, humildes algunas como quienes las portaban, pero expresivas todas del fuego que animaba a su portador, desfilaron frente a la obra y cubrieron su pedestal, en magnífica exposición de cariño.
La Agrupación presidida por el señor Lorenzo Dante Gallina, estaba agradecida por confiarle la tarea de concretar esa bella iniciativa. Contó con el apoyo de toda la población a través de sus instituciones, comercios, industrias, escuelas, etc., al punto que puede decirse que nadie quedo sin aportar su óvulo para que el monumento a la madre, fuera realidad.
Autoridades de la clase 1913, encabezadas por su presidente y entre otras personas se hallaban el comisionado municipal teniente coronel (r) Héctor D. Santana Pérez, el jefe de la guarnición local teniente coronel Juan Ángel Allieri, el jefe del C-2 mayor Jorge Cáceres Moníe, el jefe de la agrupación de fuerzas de Tandil coronel Emilio V. Ramos Marrero, el R.P. Vicente Adducci y el secretario comunal señor Luis A. Parrondo, que ocuparon el palco principal, en momentos que aviones del Aero Club de Olavarría, sobrevolaban el lugar y dejaban caer flores sobre el monumento, situación que mereció el estruendoso aplaudir de la concurrencia.
La entonación de las estrofas del Himno Nacional Argentino fueron coreadas con fervor y a sutérmino predispuso buen ánimo y abrió los espíritus para dejar paso a la emoción de la ceremonia. Posteriormente se procedió a descubrir la obra que permanecía tapada por un lienzo, ceremonia cumplida por las autorizadas mencionadas y de la madrina simbólica doña Victoria Quinteros de Tossolino, simpática y muy querida viejecita de la comunidad.
Posteriormente el señor Lorenzo D. Gallina de la agrupación clase 1913, leyó su discurso, donde resaltó al maestro que puso su alma al recuerdo de su madre que descansa en su lejana patria, en la bendita España, y así, henchido de cariño y ternura, volcó toda su inspiración en la concepción y realización de esta obra que ha de ser orgullo propio y de todo hijo agradecido. Posteriormente fue entregando el monumento al comisionado Héctor Diego Santana Pérez, para concluir con una misa de campaña y la bendición correspondiente. Por la noche en el buffet del Club Estudiantes, la comisión de la Clase 1913, brindaron una cena en la que participaron invitados especiales.
Está ubicado en ese lugar, por disposición de su creador, que quiso este mirando la iglesia San José, como la mayoría de los monumentos a las madres que realizó.Aunque el comisionado quería que lo colocaran en la intersección de las avenidas ex-Uriburu (hoy Colón) y Pringles y que diera frente al desaparecido Monumento al Trabajo, ubicado sobre Pringles y Republica del Líbano.
Hay una explicación sobre la creación de tan bella obra y es que, además de cautivarlo por la composición, quiso salir de lo corriente y vulgar de representar a una madre caduca y que no parezca un monumento a la abuela. Así, expreso un momento maternal con una madre joven, poderosa y ensimismada con su hijo, fruto de su propio cuerpo, completando la composición con la figura de la niña que refleja su instinto maternal propio del  sexo, en la manera de estrechar al muñeco entre sus brazos.




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