HISTORIA DEL MONUMENTO
“Conmemoración Centenario llegada primer tren a Olavarría"
El 15 de marzo, se cumple un nuevo aniversario
del emplazamiento del monumento que recuerda la llegada del primer tren a
Olavarría y queremos recordar su historia.
El ferrocarril en Olavarría.
Aquel 15 de marzo de 1883, Olavarría estuvo de fiesta,
cuando entre resoplidos y humareda, en medio de la curiosidad por lo novedoso y
la sensación de estar entrando en una nueva era, quedo habilitado el servicio
del Ferrocarril del Sud, que lo unía con la Capital Federal.
El 19 de octubre de 1881 firmaron el contrato el
Gobernador de la provincia de Buenos Aires, Dr. Dardo Rocha y el representante
del Ferrocarril del Sud, señor Franck Parish, conteniendo diversas cláusulas
para cubrir el trayecto de Azul a Bahía Blanca de inmediato. El 21 de junio de
1882, ingresa una nota en el despacho de la Corporación Municipal, de la
empresa ferroviaria, disponiendo 400 plantas de distintas especies para el
embellecimiento de la futura estación y el pueblo, rogándose se retiren de la
estación Azul, hasta donde llegaba el tren en esa época.
Un mes más tarde, la Corporación Municipal resolvió
otorgar a la empresa ferroviaria, las quintas 123,124 y 125, para
establecimiento de estación, galpones y plaza de carretas y carruajes, con la
aclaración que bajo ningún concepto se destinaria a otro uso.
15 de
marzo de 1883 – llegada del primer tren a Olavarría
foto Archivo Histórico
Municipal
|
Las crónicas remarcaban que se acababan las épocas en que
había que recorrer diez leguas en traqueteadas galeras desde la estación Azul a
Olavarría, se terminaban los años en los que sufridos carros tenían que partir
desde las canteras y caleras de la zona para llevar hasta la antigua “punta de
rieles” la piedra y la cal que luego se embarcaría en tren hacia la voraz e
insaciable capital y a veces hasta el puerto para marchar al exterior.
Ese magnífico día, “los municipales” –antecesores de los
concejales- José E. Grijera, Francisco Araujo, Julián Gómez y Agapito Guisasola,
fueron designados para preparar los festejos y no repararon en gastar unos
cuantos miles de pesos, alrededor de 16 mil, justificadamente por el acontecimiento,
donde el gobernador de la provincia, Dardo Rocha, fue la máxima figura política
que arribo a la ciudad.
Al poco tiempo la empresa ferroviaria, resarció a la
Corporación Municipal de ese esfuerzo económico y contribuyo con unos 20 mil
pesos para afrontar las erogaciones ocasionadas.
La estación Olavarría por la importancia de su playa de
maniobras, sus galpones para reparar locomotoras y vagones, fue sin dudas muy
importante desde su inicio, para el tráfico de cargas y de pasajeros. Contaba
con la oficina del Superintendente de Transporte, Jefe de Estación, oficina de
telégrafos, control centralizado, vías y obras, encargados de
telecomunicaciones, cambistas, señaleros, peones y galpón de locomotoras, para
programar y desarrollar una mejor calidad al servicio por la cantidad de trenes
a diario que comenzaban a circulaban por día en la zona.
Desde su inicio, Olavarría fue un nudo Ferrocarrilero
por excelencia, atendiendo la demanda de los sectores por explotación de
canteras, llegando en el esplendor del ferrocarril a ser el mayor centro de
despacho de todos los ramales y además los trenes de pasajeros, que con los
años llegaban hasta Neuquén y Bariloche.
Ese día la rueda “puesta a nuevo”, fue restaurada por personal ferroviario y se exhibió junto al monolito con un brillo y esplendor, como si comenzara a rodar. Se colocaron placas de la Comisión de Homenaje, de la Fraternidad, de la Unión Ferroviaria, del Club Ferrocarril Sud, del Centro Comercial y una de las colectividades extranjeras, que también quisieron estar presentes ese día.
Estación Olavarría año 1935 – foto Archivo Histórico Municipal |
La foto que se acompaña, extraída del libro “Historia del
Ferrocarril Sud, Gral. Roca y Ferrosur Roca” de Juan Castiglia, muestra el
abandono de las viejas locomotoras con sus intrincadas calderas, sus orgullosos
domos sobresaliendo como un penacho y
que acompaño como una postal por más de 20 años a quienes transitábamos por ese
lugar –con medio asfalto sobre calle Saavedra- observando la incipiente
decadencia en la que callo el ferrocarril en años posteriores, y que sin dudas
se extrañaban sus rechinar de bielas, su sonoro silbato y su único, cansino e
inacabable “chuf-chuf”, haciendo del ferrocarril un símbolo.
En el año 1983 cuando se iba a cumplir el centenario de
aquel hecho, un grupo entusiastas de empleados y ex-ferroviarios, lograron
recuperar de esa playa de maniobras, una rueda y biela de una vieja locomotora,
antes de que se la lleven definitivamente a desguace como chatarra.
15 de
marzo de 1983 – Arribo de un convoy guiado
por veteranos ferroviarios
foto Archivo Histórico Municipal |
Convirtieron hierro en monumento, historia en presente, y
que debe perdurar para siempre en el recuerdo de esta Olavarría, que al día de
hoy, tiene generaciones y generaciones de ferroviarios orgullosos de pertenecer
a un trabajo que desde su inicio, nunca descansa.
La estación engalanada, se volvió a vestir de fiesta cien
años después, inaugurando el monumento, con un marco de público muy importante,
donde las emociones y recuerdos estuvieron presentes en toda la jornada. La comisión del centenario
estuvo integrada por personas representativas entre ellas Otto Rodolfo Carloni,
quien la presidió acompañado de Eusebio Bouciguez, el doctor Julio Cortés, Hugo
O. Matrella, Cataldo Blando, José Mignona, Luis H. Olivera, Julio Fioroni, Juan
Castiglia, Floreal Ferrero, Angel de Vega, Egidio Formoli, Enrique Abraham,
Ezequiel Vega, Orlando Macchiarolli, Ítalo Rímolo, Reynaldo Warman, Mario
Neder, entre otros. El Intendente
Municipal interino, era el señor Luis Adolfo Escudúm.
Histórica
foto de la Comisión del Centenario y
del folleto entregado ese día – Gentileza
Orlando Macchiaroli
|
El
tren que arribo como homenaje fue recibido por el ex-jefe de estación Juan
Peirán de 87 años de edad y en el llegaban soldados y policías vestidos con
uniformes de época. En la playa frente a la estación, la banda de la Guarnición
Militar local, le dieron la bienvenida con marchas patrióticas, se izó la
bandera en el mástil y hubo un desfile de carruajes antiguos, con vestimenta de
la época.
Desfile
frente a la estación – foto Archivo Histórico
Municipal |
El monumento en marcha.
El futuro monumento estuvo varios días a un costado, en la playa de
estacionamiento, mientras se estaba construyendo el pilar, esperando ser trasladado
en el lugar que luego iba a estar varios años. La estación brillaba con su
nueva pintura, banderas Argentinas colocadas en varios lugares y las
instalaciones ferroviarias se veían inquietas con su personal trabajando sin
descanso, esperando festejar el centenario.La rueda a punto de convertirse en monumento, detrás el galpón de cargas - foto Archivo Histórico Municipal |
Ese día la rueda “puesta a nuevo”, fue restaurada por personal ferroviario y se exhibió junto al monolito con un brillo y esplendor, como si comenzara a rodar. Se colocaron placas de la Comisión de Homenaje, de la Fraternidad, de la Unión Ferroviaria, del Club Ferrocarril Sud, del Centro Comercial y una de las colectividades extranjeras, que también quisieron estar presentes ese día.
15 de marzo de 1983 – día de la inauguración del monumento - foto Archivo Histórico Municipal |
En el mes de mayo de 2010, comienzan las tareas de remodelación
de la terminal de ómnibus para la ampliación
de la playa de maniobras y andenes, y se acordó su traslado, entre la
Secretaria de Infraestructura de la Municipalidad, con el señor Juan Castiglia,
histórico ex-ferroviario, reubicando el monumento en la reciente rotonda de las
avenidas Pringles y Del Valle.
Antes
de su traslado para ampliar la playa de la terminal y Colocándola en la rotonda de Pringles y Del Valle. |
Agradezco al señor Juan Castiglia, Orlando Macchiaroli y a
Monica Poggi del Archivo Histórico Municipal, por las fotos brindadas. Algunos
datos fueron extraídos del libro “Ensayo histórico del partido de Olavarría”
del año 1967.
Hoy quienes transitamos la rotonda y vemos esa rueda
simbólica, que seguramente remolco miles de toneladas de producción y otra
cantidad similar de pasajeros, nos lleva nostálgicamente a imaginar nuestros
predecesores, lo orgullosos que estaban por pertenecer a la herramienta que
abrió caminos de rieles, con progreso entre las ciudades y los campos de la
República.
La ruta férrea fue sin dudas el comienzo de trasladar la
riqueza agropecuaria, minera y ganadera, de acercar a los pueblos rurales aislados
de caminos intransitables, y aún estaba muy lejos la era del automóvil y
faltaban décadas para que el camión sirviera competitivamente al ciclo
económico.
Ya han pasado 131 años de aquel episodio trascendente que
registró Olavarría, convirtiéndola en una ciudad moderna, desarrollada y
diversificada en los motivos de su grandeza económica y cultural que vemos en
la realidad de hoy, y que el ferrocarril es parte y acompaña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario